Otra vez, boliches o bares infringiendo las reglas, leyes y protocolos de seguridad y sanidad vigentes. Nada parece poner fin a estos accidentes evitables. Nada les enseña. Ni Cromañón y Kheyvis.
Los boliches de San Miguel tuvieron graves enfrentamientos con Joaquín de la Torre cuando inició su gestión como intendente poniendo límites a la noche en el distrito implementando estrictos controles.
Ahora, tras la pandemia, los dejaron volver a funcionar y sucede el terrible evitable accidente en el boliche Zar donde murió Lucía de 19 años y otros jóvenes sufrieron graves heridas inclusive uno pasó hoy a terapia intensiva.
Las semanas anteriores se habían realizado una seguidilla de reuniones con el ejecutivo municipal tanto de los dueños de los locales gastronómicos incluidos los bares y el sindicato que representa a lo trabajadores del rubro.
De ahí, surgió un protocolo de seguridad y cuidado sanitario implementado por el mismo intendente Jaime Méndez para que puedan abrir sus puertas.
Reglas que evidentemente no se cumplieron. Todas irregularidades. Ya de base, habían sido autorizados para abrir teniendo a la gente afuera al aire libre y esto sucedió adentro del lugar.
Pero, lo más grave, es que hay una modificación en la ley vigente sobre no tener nada prendido, ni ningún material inflamable que surge a partir de Cromañón.
Así se pueden enumerar un montón de cuestiones a las que el dueño sintetizó diciendo que “no pasó nada grave, se prendió fuego una chica, los chicos estaban jodiendo con el alcohol”….
Los padres, familiares y allegados a la chica como a los demás afectados directamente estuvieron haciendo manifestaciones en la puerta de la cervecería y el miércoles harán una marcha en la plaza céntrica de San Miguel.
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